viernes, 17 de junio de 2016

10 ventajas para tu cerebro de jugar ajedrez


El ajedrez es un juego-ciencia que favorece el ejercicio y desarrollo de varias habilidades mentales además de la formación del pensamiento científico, ya que quienes lo juegan se someten a una constante puesta a prueba de hipótesis que deben verificar o descartar. Este juego,considerado como un deportepor el Comité Olímpico Internacional, fomenta los aspectos intelectuales y recreativos a la vez que favorece la socialización y el respeto por las pautas y normas entre quienes lo practican. Conoce a continuación 10 razones por las que el ajedrez es bueno para el cerebro.


Conoce las 10 ventajas para tu cerebro de jugar ajedrez

1 - Eleva tu cociente intelectual:
Muchos estudios han demostrado como después de un tiempo jugando sistemáticamente ajedrez puede elevarse el Coeficiente Intelectual (CI) de una persona, además de mejorar la capacidad para resolver problemas, las habilidades lectoras, de lenguaje, matemáticas y de memorización.

Por si fuera poco la práctica del ajedrez también favorece el desarrollo de la creatividad y originalidad, ayudando a las personas e tomar decisiones más precisas y rápidas en los momentos en que están bajo presión. También se ha demostrado que la práctica frecuente ayuda a los estudiantes a mejorar sus notas y favorece la concentración. Hasta aquí ya tenemos razones suficientes para empezar a practicar, ¡pero todavía existen muchas más!

2 - Ayuda a prevenir el Alzheimer:

El cerebro es un músculo y como tal debe ser ejercitado. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine realizado por el doctor Robert Freidland asegura que las personas mayores de 75 años que durante su vida habían jugado al ajedrez están mucho más preparados para luchar contra el Alzheimer, la demencia y otras enfermedades de deterioro mental; contrariamente a lo que sucede con las personas que no han ejercitado su mente de ninguna manera, que se vuelven mucho más propensas a que el cerebro envejezca más rápido.

3 - Ejercita ambos hemisferios cerebrales:

Según un estudio realizado recientemente por dos investigadores alemanes de la Universidad de Tübingen y publicado por la revista PLoS One tanto los jugadores expertos como los novatosutilizan por igual los dos hemisferios del cerebro al jugar una partida. Este resultado sorprendió hasta a los propios investigadores, ya que éstos pensaban que el lado izquierdo sería el predominante.

4 - Mejora la creatividad:

El doctor Robert Ferguson realizó un estudio denominado “Desarrollo crítico y pensamiento creativo a través del ajedrez”, donde comprobó al cabo de 32 semanas que todo el grupo de ajedrecistas obtuvo mejoras en todas las áreas de la creatividad, demostrando un significativo crecimiento en lo que respecta a la originalidad.
El polaco Samuel Reshevsky fue uno de los grandes maestros ajedrecistas de América y del mundo. Como aprendió a jugar a los 4 años se ganó el apodo del “niño prodigio del ajedrez”.

5 - Potencia la memoria:
Reiterados estudios han logrado demostrar que los estudiantes que practican ajedrez se destacan por su buena memoria en todas las asignaturas; y es que obviamente es muy necesario el uso de esta habilidad para ser un buen ajedrecista.

6 - Ayuda a resolver problemas:
Jugar ajedrez implica desarrollar esta habilidad como una condición imprescindible, ya que además de determinar cómo resolveremos las movidas del partenaire se añaden la dificultad del tiempo.

7 - Incrementa la capacidad lectora:
Un estudio llevado a cabo por el doctor Stuart Margulies en el año 1991 sobre 53 colegios primarios de Nueva York demostró que los niños que participaron en el programa de ajedrez durante 2 años mejoraron ampliamente su capacidad lectora, sobrepasando la media nacional.

8 - Facilita la concentración:

Esta condición es otra de las esenciales en un jugador, ya que es una disciplina que requiere de gran concentración, en la que los competidores pueden quedar absortos durante horas tratando de resolver una partida, ignorando todo lo que está pasando a su alrededor en esos momentos.

9 - Hace crecer las dendritas:

Las dendritas son estructuras de las neuronas que están implicadas en la recepción de estímulos; la práctica del ajedrez ayuda a que estas conexiones entre neuronas crezcan.

10 - Enseña a planificar y hacer previsiones:

Los juegos de estrategia son una excelente forma de desarrollar la corteza prefrontal, que es el área responsable de planificar y anticiparse a los acontecimientos, del autocontrol y del buen juicio; por lo que está implicada en la toma de decisiones de cualquier área de la vida.

Todo ajedrecista tiene un estilo - GM Sergio Slipak

El gran maestro Sergio Slipak da cuenta de las características principales de los jugadores posicionales o estratégicos, los jugadores tácticos y los llamados universales, y explica también la dualidad entre los lógicos y los intuitivos.
Por GM Sergio Slipak
A lo largo de la historia del ajedrez profesional han ido surgiendo distintas maneras de reflexionar y jugar en una partida. Para el lector no especializado esto puede sonar un poco raro, pero el asunto se esclarecerá con la siguiente metáfora: así como en el fútbol hay equipos que juegan con cinco jugadores abajo y un delantero solitario que sueña con el gol de contragolpe y, por otro lado, hay equipos que juegan con sólo tres defensores y más jugadores en campo contrario, en el ajedrez pueden plantearse esquemas más o menos análogos. Como sea, se trata de una cuestión de estilo. ¡Así es, lector: todo ajedrecista tiene un estilo!
Intentaremos pensar la cuestión no en términos menotistas ni bilardistas, sino en relación con el juego táctico y el juego posicional, y esto nos obliga a precisar conceptos. ¿Cuánto hay de verdad en esas formas de pensar el ajedrez? ¿Cuánto de sobreentendido, cuánto de concepto vacío, cuánto de síntesis que nos ayuda a comprender?
Si repetí cuatro veces la pregunta “¿cuánto?” es porque evidentemente hay un poco de todo eso, el tema es averiguar en qué proporción. Todo aquello que intentamos sintetizar a través de conceptos se encuentra en algún momento con un “agujero de sentido”. La síntesis nos ayuda hasta cierto punto, pero luego parece deshilacharse, vaciarse, como si no explicara nada. Es algo inherente al pensamiento conceptual. Depende de cada uno sentirse cómodo o no en esa manera de pensar.
A mí me gustan los conceptos. Creo que una clave para sentirse cómodo con ellos es no pedirles exhaustividad. Permitirles, simplemente, que nos ayuden a orientarnos. Para el tema que nos ocupa intentaré relacionar series de conceptos contrapuestas que nos ayudarán bastante a situarnos.
El juego posicional o estratégico tiene que ver con el pensamiento de largo plazo, mientras que el táctico pone el acento en lo inmediato o muy próximo. La estrategia se relaciona con la pregunta ¿qué hacer? y la táctica con ¿cómo hacerlo? El juego posicional se vincula a cuestiones más bien estáticas, a las estructuras de peones (que cambian lentamente), a las evaluaciones precisas, a la profilaxis (limitar las posibilidades del adversario). El juego táctico, a lo dinámico, al juego de piezas (que puede cambiar rápidamente), al cálculo exacto, al ataque.
Una dificultad típica del pensamiento conceptual es cuando una serie o contraposición de conceptos se cruza con otra diferente. Además de la que nos ocupa, en las formas del pensamiento ajedrecístico, hay otra dualidad fundamental, que es la de los lógicos vs. los intuitivos. Si pretendemos profundizar y mezclar ambas dualidades, por un lado precisamos más algunas cosas, por otra, la complejidad aumenta y podemos sentirnos menos seguros de nuestras propias conclusiones.
Tratemos de trazar un cuadro. Los tácticos lógicos calculan lejos y con precisión. Los tácticos intuitivos tienen un gran sentido de orientación en las posiciones agudas y desequilibradas. Los posicionales lógicos son capaces de idear planes profundos y multiescalonados. Los posicionales intuitivos tienen un fino olfato para mantener siempre la armonía de la posición propia y para limitar las opciones adversarias.
Todos los jugadores de alto nivel manejan las distintas formas del pensamiento ajedrecístico, pero es usual que tengan algunas predilecciones. También existen los que se conocen como “jugadores universales”, que son aquellos que se manejan con igual, o casi igual soltura, en cualquier posición.
Agreguemos a las series conceptuales algunas entre jugadores destacados de todas las épocas, extranjeros y argentinos. Agruparemos jugadores posicionales, tácticos y universales. La selección de ningún modo será precisa. Oscila entre la lógica y la arbitrariedad. La compartirán muchos, la discutirán otros. Como lo expresé desde el principio, siempre nos movemos en un suelo poco firme.
Podemos contar entre los posicionales a Capablanca, Petrosian, Karpov, Carlsen, Panno, Peralta. Entre los tácticos: Alekhine, Tal, Korchnoi, Kasparov, Rosetto, Mareco. Universales: Lasker, Spassky, Fischer, Anand, Najdorf y Felgaer.
Sobre este último –el Pájaro Felgaer– y, para terminar, va una anécdota. Una vez charlábamos acerca del modo de colocar los caballos en el tablero que tiene cada uno. Coincidimos en que, en general, los jugadores tácticos o de ataque los ponen “mirando” hacia adelante, mientras los posicionales lo suelen hacer mirando hacia el costado. Entonces le mencioné que él mismo los ponía de un modo que yo no había visto casi en ningún jugador: mirando hacia adelante, pero en diagonal. Me contestó con una sonrisa:
–Claro, jugador universal

martes, 14 de junio de 2016

Principios elementales de la lucha de caballo contra alfil

1) Los alfiles y caballos tienen un valor parecido en casi todas las posiciones normales y especialmente cuando se trata de la lucha de un alfil contra un caballo.
2) Dos alfiles son muy superiores a dos caballos.
3) En las posiciones móviles de peones y simplificadas, con líneas y diagonales abiertas, el alfil es levemente superior al caballo.
4) En las posiciones de bloqueo donde hay peones entrelazados y puntos débiles, el caballo es levemente superior al alfil cuando éste se halla en cuadros de distinto color que sus peones, y decididamente superior cuando el alfil actúa restringido en su acción por los propios peones.
5) Los caballos, en las posiciones de bloqueo tipo “zugzwang”, son los que traban al alfil enemigo al obligarlo a defender los peones, pero para decidir la partida es necesaria la cooperación del rey. Éstas luchas se definen, habitualmente, en un simple final de oposición de reyes.
6) Los caballos que no pueden hallar un sostén en su acción, generalmente no sirven como pieza defensiva en los finales, por cuanto al ser desalojados dejan sin apoyo al peón defendido. El alfil, en cambio, puede replegarse y persistir en su dominio de un punto.
7) El caballo es la única pieza de ajedrez (sin contar los peones) que no pueden ganar un tiempo por imperio de su sola acción. Para volver a una misma posición necesita realizar un número par de jugadas, y los tiempos se ganan con una pieza al colocarla en una posición anterior en número impar de jugadas.
8) Cuando hay peones en ambos flancos en los finales de reyes y peones, y estos peones no ofrecen desniveles en número en las respectivas zonas, mejor dicho, tienen una conformación simétrica, los caballos son superiores a los alfiles, por la posibilidad de atacar a los peones, cualquiera que sea la conformación que posean.
9) Los alfiles, en cambio, son muy superiores cuando hay igual número de peones, pero desequilibrados en ambos flancos, por ejemplo: cuatro contra dos en el ala dama contra uno contra tres en el ala rey. En esos casos, el alfil agranda su acción por la posibilidad de poder apoyar los avances desde lejos, sin comprometer su acción.
10) En general, sacando las excepciones señaladas, el alfil es preferible al caballo. (Extraído de: Roberto Grau - Estrategia superior - Tomo 4)